domingo, 9 de diciembre de 2007

¡¡¡POTRO MARINO DE HIERRO CAMPEÓN!!!


14 largos años y un sinnúmero de aventuras (incluido un descenso en el 2001 y una mudanza) tuvieron que pasar para que los Potros de Hierro del Atlante volvieraN a tener esa identidad que lo llevó al título en 1993, un equipo sobrio, confiable, seguro y espectacular; irreverente, pobre pero con mucho corazón.

Atlante es campeón de liga sin discusión alguna. En su primer año en Cancún jugadores como Giancarlo Maldonado, Javier Muñoz Mustafá, Federico Vilar, Guerrero, Pereyra y compañía demostraron ser un equipo humilde pero efectivo. Los potros fueron junto con Santos y quizá el Toluca el cuadro más consistente del torneo y eso se vio reflejado en el título.

A medio torneo tengo que aceptar que pensé que Atlante se desinflaba. Había dejado de ser ese equipo que arrollaba al rival, que goleaba y que gustaba, no le aguantó el ritmo a Santos y terminó perdiendo incluso el segundo lugar de la tabla.

Pero eso no importó en la Liguilla. Desde el primer juego contra Cruz Azul demostró que no estaba muerto, andaba de parranda. Con un par de sólidos encuentros defensivos como visitantes ante Cruz Azul y Guadalajara y otro par de juegos más solidos como local los Potros se instalaron en la final e incluso llegaron sin ser favoritos.

Pumas no tuvo un buen arranque de torneo, pero terminaron siendo un equipo de altísimo nivel que se había dado el lujo de echar fuera a los dos primeros lugares de la tabla general y con jugadores como Scocco, Solari y Sambuesa en su mejor nivel se veían como un equipo superior a los azulgrana.

En la cancha las cosas fueron diferentes. Ciertamente Pumas fue mejor que Atlante en 3 de los 4 tiempos de la final, sin embargo se toparon con un Federico Vilar enorme que se cruzó en su camino una, dos, tres veces y las que fueran necesarias.

El encuentro de ida fue aburrido, soso, sin ritmo y terminó con un 0-0 aburrido (ya lo había mencionado en el previo, era un riesgo cuando dos equipos eran tan dinámicos). El primer tiempo de la vuelta tuvo mejor ritmo que el de la ida aunque siguió siendo muy parejo, peleado y con Pumas siendo más que Atlante.

Los universitarios se plantaron con una propuesta ofensiva en el estadio Andrés Quintana Roo, entre Scocco, Solari, Barrera, Leandro y Sambuesa traían loca a una defensa atlantista que no estuvo segura con la ausencia de Alan Zamora. Pumas era dueño del partido ante un Atlante que no era capaz de salir con balón dominado y generar jugadas de gol.

Pumas en cambio fue una fiera, Scocco tuvo un par, Leandro una mas y Archundia no quiso marcar un penal bastante claro sobre Scocco, simplemente Pumas no pudo.

Entonces llegó un momento clave en la eliminatoria. A los 35 minutos del primer tiempo el "Profe" Cruz mandó a la cancha al Borita Alcántar y para iniciar la segunda parte entró Arturo Muñoz.

Atlante cambió, se hizo más sólido y pisó con mucha más seguridad el campo contrario. Los Potros comenzaron a generar jugadas de gol por medio de disparos lejanos y con varias incursiones atinadas de Gabriel Pereyra y David Toledo pero que fueron bien controladas por la defensa universitaria.

Y así llegó el primer gol atlantista. El Hobbit Bermúdez tomó la pelota en medio campo, cedió al Chícharo González y éste sirvió un trazo largo para que Giancarlo Maldonado ganara la espalda a la descolocada defensa universitaria, se quitara a Bernal y disparara suave para abrir el marcador.

Pumas reaccionó furioso y únicamente un par de minutos después encontró la manera de vencer finalmente al gigante Vilar. Solari remató un centro de Leandro pero el balón pegó en el poste, sin embargo, Ismael Íñiguez que acababa de entrar al campo, contrarremató el balón y empató el partido.

El partido estaba abierto y puesto para que cualquiera se alzara con el título, sin embargo fue el Atlante quien lo definió a cuatro minutos para el final.

La defensa universitaria rechazó un centro del "Hobbit" pero el balón quedó para que Clemente Ovalle lo prendiera de pierna derecha y clavara el gol del título en el ángulo. Bernal se estiró pero nada pudo hacer, el campeonato quedó sellado con un golazo.

Tras el gol de Ovalle no hubo mucho más que contar en el partido. La fiesta se desató en Cancún y ahora se vive más que nunca la Potromanía. Los Azulgrana hicieron un gran negocio al irse a buscar un nuevo terruño y cayeron con el pie derecho económica, comercial, mercadológica y sobre todo deportivamente hablando.

Atlante encontró por fin su casa y con el título cerró un torneo de ensueño, ahora la pregunta es si el equipo se podrá mantener tal y como está, por lo pronto Cancún está de fiesta.

Atlante se convirtió en el primer local que se corona en diciembre desde que Toluca lo hiciera en 2002.

1 comentario:

luisrha dijo...

Buen resumen del juego, aunque te faltó comentar la lesión de Leandro Augusto, que sin duda fue un momento clave. Para muchos de los aficionados pumas que estábamos en el estadio, en ese instante supimos que nuestra mayor esperanza era aguantar hasta los penales.