Uno para terminar dignamente un pésimo año y el otro para entrar en la historia de los campeones de Grand Slam. Roger Federer y Andy Murray se enfrentarán esta tarde en el Estadio Arthur Ashe en la final del último grand slam de tenis del año. Estarán en la cancha con el mismo objetivo, pero a la vez con objetivos diferentes.
Murray por un lado está en el mejor momento de su carrera. Tras una convincente participación en WImbledon donde perdió en cuartos de final con el a la postre campeón Rafael Nadal, el escocés ha sorprendido a pocos y extraños en el presente abierto con victorias seguidas ante el argentino Juan Martín Del Potro y sobre el mismo Nadal que llegaba como número uno del mundo. Con tres títulos en el 2008 Murray debuta como finalista en Grand Slam.
El caso de Federer es muy distinto al de Murray. Si bien es cierto que de ganar Federer empataría a Roy Emerson en el segundo lugar en grand slams ganados en la historia con 13, el suizo ha tenido un año para el olvido: perdió las dos finales de grand slam que jugó ante Rafael Nadal y no ha podido ganar un título importante en singles en todo el año y por si fuera poco perdió el número uno del mundo que ostentaba desde febrero de 2004.
Una victoria hoy le cambiaría por completo el panorama a un Federer desconocido durante todo el año. Sin embargo en estas dos últimas semanas, el oriundo de Basilea ha jugado en el nivel que nos tenía acostumbrados. En la semifinal le dió una lección de buen tenis al serbio Novak Djokovic y jugando en ese nivel no sería sorpresa una victoria el día de hoy.
Andy Murray y Federer no se han enfrentado en grand slams, sin embargo en la última confrontación entre ellos el escocés ganó la final de Dubai al suizo.
Será un gran duelo de tenis por que ambos traen un gran nivel.
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