Ya no hay más, lo que se pudo haber dicho o escrito ya quedó atrás. Dentro de unas horas las selecciones de México y Honduras se enfrentarán en la cancha del Estadio Azteca en el inicio de la tercera fase de la eliminatoria de la CONCACAF y en el inicio oficial del proceso del técnico nacional Sven Goran Eriksson.
NO hay pretextos, México debe ganar. A pesar de que Honduras llega en un gran momento y con casi un año sin conocer la derrota, los expertos coinciden en que México tiene el mejor equipo de su historia. Nunca antes habíamos tenido tantos jugadores en Europa al mismo tiempo, jamás habíamos tenido tanto material competitivo de dónde escoger, pero tampoco habíamos tenido tantos naturalizados en el equipo.
Eriksson ha tenido mes y medio para revisar, conocer y observar jugadores y ha hecho su trabajo. El sueco ha estado en al menos dos partidos en cada una de las cuatro jornadas que llevamos del torneo mexicano y se ha dado el tiempo de visitar a varios de los entrenadores de primera división. El cuerpo técnico que le conformó la FEMEXFUT al sueco es de primer nivel, con un Francisco Ramírez que conoce a la perfección a varios de estos jugadores.
Sin embargo, Eriksson tiene en contra que pudo trabajar con carro completo apenas en la práctica de ayer y ha tenido solo 6 días para hacer futbol con sus elegidos, no sabemos si eso podrá afectar.
La única verdad es que Honduras jamás ha ganado en México y hoy no puede, no debe, ser la excepción. Si hoy se pierde no significará estar fuera del mundial ni mucho menos, pero sí significará una gran presión para directivos, cuerpo técnico y jugadores.
Espero que sea un gran partido, que podamos ver a jugadores como Márquez, Cuauhtémoc, Guardado y Vela en su mejor nivel y que podamos continuar el festejo que iniciamos hoy en la mañana con la medalla de oro de Guillermo Pérez.
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