Qué gran final a una gran temporada de la Fórmula 1. Después de una polémica durante la temporada por el caso de espionaje de la escudería Mc Laren en contra de Ferrari y la lucha interna entre Fernando Alosno y Lewis Hamilton, los pilotos se encargaron de realizar una de las competencias más cerradas en la búsqueda del campeonato mundial de pilotos en la categoría.
La última carrera del año se llevó a cabo en el circuito de Interlagos en Rio de Janeiro, Brasil. Con mucha ventaja, el novato Lewis Hamilton llegaba a Brasil como el gran favorito para adjudicarse el campeonato (hubiera sido el primer novato en ganarla), Fernando Alonso tenía posibilidades de lograr el tricampeonato al ubicarse únicamente 4 puntos abajo del inglés y el finlandés de Ferrari Kimi Raikkonen era quien menos posibilidades tenía de agenciarse el título y precisaba de un milagro para obtenerlo. Y el milagro llegó.
Sabedores de que tendrían que tener un fin de semana perfecto, Ferrari se dedicó a lograrlo. Desde el fin de semana los dos autos escarlatas trabajaron correctamente, el resultado fue que el brasileño Felippe Massa obtuvo la posición de privilegio para arrancar la carrera y Raikkonen fue segundo, el español Alonso se ubicó en tercero.
El inglés Hamilton había dado muestras de novatez un par de semanas atrás cuando quedó fuera de la carrera de China por un error suyo, esta vez lo volvió a hacer: Un problema mecánico y un error en una recta ocasionaron que el inglés cayera hasta el octavo puesto, lo que lo dejaba fuera de la lucha por el título por que en ese momento Alonso estaba rodando en tercer lugar, detrás de Raikkonen, que con el segundo puesto continuaba como tercero. Sin embargo a 27 vueltas del final, Massa fue enviado a Pitts mientras que el finlandés se mantuvo en la pista girando muy rápido y cuando fue su turno de entrar a los fosos de abastecimiento, obviamente salió adelante de su coequipero Massa para ya no perder más el liderato. Hamilton voló en la pista buscando el quinto lugar que le diera el título mientras Alonso desde su tercer puesto veía volar a los Ferraris que terminaron marcando las vueltas más rápidas hacia el final del gran premio. Al final de la carrera los dos autos escarlatas sacaron ¡57 segundos! de ventaja sobre Alonso.
El milagro ocurrió, pero lejos de ser un milagro, el resultado al final del campeonato fue reflejo de una temporada muy tormentosa para la escudería Mc Laren que vería salir a su contratación estelar de este año, el español Alonso. Mientras tanto Ferrari logró superar los problemas de las dos primeras carreras y con un laudable trabajo de equipo obtiene un muy merecido título de constructores y Raikkonen logró lo que nunca hizo en Mc Laren: Ganar el título de pilotos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario