¿Será estrategia o presagio? La realidad es que los últimos 3 campeones mundiales han sido equipos que llegaron a una serie mundial tras 6 o 7 juegos y en las que su rival había barrido su propia serie. Le pasó a los Cardenales, le pasó a las Medias Blancas y le pasó a los Red Sox en el 2004. Estas últimas series han conincidido en muchas cosas, la principal de ellas en que todas terminaron en barrida después de que el perdedor venía de un largo descanso.
El día de ayer, los Red Sox, únicamente con 3 días de descanso y con un ritmo endemoniado recibieron a unos Rockies que habían descansado casi 9 días y a un lanzador que tenía 12 días sin abrir un encuento. El resultado fue obvio: la embalada ofensiva de los Red Sox aplastó a unos novatos, nerviosos y fuera de ritmo Rockies de Colorado por 13 carreras contra 1.
Fue un juego contrastante. De un lado un Josh Beckett notable e inspirado que inició ponchando a sus primeros 4 rivales y terminó con 9 abanicados en 7 entradas en las que recibió 5 hits y 1 sola carrera y otorgó un solo pasaporte. Del otro lado un Steve Francis que estuvo abajo en el marcador desde el primer bateador ya que Dustin Pedroia lo recibió con un panorámico cuadrangular por encima del monstruo verde. Francis únicamente permaneció en la lomita 5.2 innings en los que recibió 9 carreras.
Los Red Sox empataron una marca de la Serie Mundial al conectar 8 imparables. Manny Ramírez y David Ortiz estuvieron encendidos con 3-4 con pasaporte cada uno. Pedroia, Youkilis, Lowell, Drew y compañía contribuyeron también en la paliza. Los cuatro primeros en el orden al bat de los patirrojos anotaron 9 de las 13 carreras del equipo... En fin, una noche redonda para los locales.
Del otro lado, los Rockies supieron lo que se siente que te ganen un partido anotándote carreras con dos outs ya que los Medias Rojas anotaron 11 de sus 13 carreras (incluídas las siete de la sexta entrada) con dos outs.
Por los Rockies creo que el único que se destacó fue Todd Helton que se fué de 2-2 contra Beckett con imparable y carrera anotada.
En resumen, el partido creo que el resultado del partido fue consecuencia de la inactividad y novatez de los Rockies en estas alturas de la temporada. Por el bien del beisbol y de la serie, ojalá que los de Colorado reaccionen ya que si Boston continúa bateando de esa manera terminará por barrer la serie fácilmente. Mientras tanto, la Major League Baseball tiene que empezar a pensar urgentemente en cómo evitar que un equipo llegue con tanto tiempo inactivo a este clásico por que el negocio que representa la Serie Mundial se le estará viniendo abajo.
De las transmisiones tengo que reconocer un gran ejemplo a ESPN que únicamente con Luis Ernesto Jerez y Candy Maldonado logra hacer un trabajo de estupendo nivel. Mientras tanto, siempre es un placer escuchar a cronistas como Antonio de Valdés y Enrique Burak, apoyados desde México por un maestro del periodismo deportivo como el Mago Septién y teniendo como invitado a un mexicano que formó parte de uno de los equipos como Rodrigo López, además me sigue gustando que tengan a una persona (esta vez fue Gabriela Fernández) recorriendo los alrededores del estadio para darle al público otra perspectiva del deporte. Sin embargo, en mi punto de vista cometieron un error al dejar en México a Pepe Segarra que es un conocedor y hace muy amenos los juegos, para llevarse a un nuevo comentarista (no recuerdo su nombre, lo siento) cuyos comentarios no me aportaron nada nuevo, que en algún momento me parecieron demasiado parciales hacia el equipo que iba ganando y burlones hacia el otro equipo, me pareció una muy mala copia del pseudoanalista Ignacio Basaguren.
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